En este caso, más de una.
Os presento la «evolución» de una de las versiones que he creado para mi buen amigo Emilio Gonzalo.
A partir de una obra con cinco variaciones de su retrato, cada una de ellas ha seguido un sendero diferente de sus gemelos.
A medida que avanzo, esta técnica me sigue enseñando y sorprendiendo.
Es inevitable pensar en la vejez viendo esta obra, pero dentro del contexto de mi obra reciente, sobre robots, androides y ginoides, me inclino a pensar más en un replicante, un clon…
Además si lo vemos por separado, sobre todo los finales…
Bueno, dejad volar vuestra imaginación…