Hoy he rescatado del baúl una ilustración de Sas que realicé hace un año más o menos.
Es un desnudo refinado, pero al fin y al cabo, un desnudo simplemente.
Voy a ir convirtiéndolo en muñeca, maniquí, robot o vete tu a saber qué, mientras avanzo la ilustración que vengo haciendo estos días.
Por fin tengo clara la idea, es un guiño a Pinocho.
La muñeca que anhela convertirse en una mujer de verdad, que se muestra en un reflejo.
Ahora me toca «muñequizar» a la mujer.
Pero esto es muy duro… ya tengo a la mujer y tengo que cargármela… para que vuelva a serlo….
Ay, ay, ay…