O al menos así es como llama al 2013 algún que otro supersticioso por ahí…
Lejos de esos pensamientos, pues estoy seguro que el 2013 será un gran año para todos, hoy retomo los lápices para quemar, si es necesario con ellos el papel.
Comienzo bocetos para Olga Torres y al mismo tiempo, doy un repaso a la última ilustración de Galatea.
Os paso la fase en la que la carne sucumbe al metal, la transformacion de mujer a ginoide, en ese extraño y siniestro lugar, que sigue pidiendo su historia a gritos.
Creo que cuando acabe esta ilustración va a ser el momento de ordenar todo el trabajo para esta sensacional musa y tejer su andadura a través del papel…