Este es el estado actual de la ilustración (aerografia con pinturas acrílicas y técnicas mixtas) en la que Saskia se ve reflejada en un espejo.
Tenemos a dos Saskias realistas. Ahora debe empezar el «divorcio» entre estas imágenes.
Voy a envejecer la imágen del espejo, para ello «añadiré capas de polvo» sobre el cristal, que es lo que pasaría en un lugar abandonado.
Por otro lado, «la otra Sas» debe iniciar su camino a muñeca o maniquí.
Este es el sentido que quiero dar a esta obra. Así que mañana comienza ese bonito viaje hacia la fantasía de cuentos de hadas.