Ayer pasé algún tiempo «de tiendas».

Entré en Alcampo y había una sección dedicada al día del padre. Todo estaba plagado de martillos, taladradoras, destornilladores eléctricos y demás artilugios para el bricolage… motivador, sin duda.

Sali del hipermercado, continué paseando por el centro comercial y me topé con un escenario que me cautivó de inmediato. Un escaparate vacio, apagado, muerto, de un negocio cerrado, con dos maniquíes olvidados y sin ropa. (Continúa)

No pude evitarlo, agarré la cámara y me lié a tirarle fotos como pude entre la gente que pasaba. Ni quiero pensar qué pensarían ellos…

Al llegar a mi estudio, busqué rápidamente a mi modelo Carla y rescaté algunas poses para integrarlas en ese escenario.

Todos sabéis que ando sumergido en un mundo de androides, ginoides, muñecos, muñecas…

Lo más divertido es que en el cristal del escaparate puede leerse: EL REGALO PERFECTO.

Sin duda… ¡me quedo con éste!

Enjoy!